jueves, septiembre 29, 2011
no haga caso, elija usted
Siempre le habían dicho que era una buena mujer y que todo lo que se propusiera lo lograría. Le dijeron también que tenía todo para ser feliz, pero decidió dar un paso al lado.
Carga unas botas que pesan más que su propio cuerpo, pero le gusta llevarlas. Camina con seguridad y dejando un eco en cada paso. Con los audífonos puestos, la ciudad deja ser ciudad, y el vaivén de la gente sólo se mantiene en el ritmo que ella quiere.
Cuando niña pensó que no estaría así. Se veía como su padre quería que se viera. Traje dos piezas, un escritorio amplio y el mejor computador de ese tiempo. La formalidad y la metodología. Una vestimenta gris y un anillo en la mano.
Duró lo que tenía que durar, y de un golpe se dio cuenta que ese era un mundo inexistentes para sus latitudes. Para que negar la naturaleza.
Ahora anda con las botas grandes, con la música que entra a su cabeza bit por bit, caminando por las calles. No le importa el traje dos piezas, tiene un escritorio improvisado y con el computador más económico del mercado. Sus manos van limpias, amables y libres.
Su felicidad no es la que todo el mundo predijo ni aspiro para ella.
Su paso al lado valió la pena.
Un sueño de ·llvr· ::
9:34:00 p. m. ::
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