lunes, julio 30, 2007

¡Si ya sabes que no estoy bien!

Te vi mientras bajaba las escaleras, las cuales están bastante dañadas. Me viste y tiraste de mi polera hacia abajo cuando me quedaban tres escalones, y no me caí. Me preguntaste qué hacía con él y me soltaste enojado, como si siempre supiese que te encontraría allí. Pero te tranquilicé al decirte que eras a quien quería; así, te dejé esperado en la puerta un rato más.

Y me sigo engañando, como si no supiera que estoy mal y en problemas. Tú mejor que nadie sabes que es así… ya lo sabía. Porque subiendo las escaleras estaba él, escondido y yo sin poder conseguir alegrías, ya que pensaba en ti. Cuando corrí a conocerte y cuando me dijiste que nos casáramos; cuando te arrepentiste y me dijiste lo amarga que era para el amor; cuando me dejaste y lloré al lado del horno de la cocina por horas. Si sabes que estoy mal, ¿por qué me sigues?

Ya sabes que no puedes estar conmigo por más que me vayas a buscar a esa pieza mil veces. No hay más regresos, pero me acostumbraré esperando a otro hombre en un hotel cualquiera. Tendré momentos arrebatados, ataques y ninguna responsabilidad.

No juguemos más, ni siquiera a ser buenos amigos, porque somos historia, porque eres la sombra que aplaca mis caminos, porque mis lágrimas ya se secaron en una sábana que no es tuya.

{Si todo esto fuera cierto, sería una cualquiera. Si todo esto fuera cierto, ningún hombre sería de mi agrado. Si todo esto fuera cierto, la historia jamás hubiese terminado así. A ratos, es bueno fantasear y ser mala… y bien mala, como a mí me gusta.}

Un sueño de ·llvr· :: 10:02:00 p. m. :: 4 Han soñado:

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miércoles, julio 11, 2007

¿Y esta mañana?

Es un buen día, a pesar de estar ocupada. Me paro y sigo limpiando la casa como es de costumbre, y me acuerdo que este último tiempo no he estado bebiendo. Empiezo a dar vueltas por el departamento y sólo pienso que no debo pensar más, porque el llanto aburre de vez en cuando. Los cuartos en silencio, ese que muchos alardean tener justo cuando el sol se va.

En mis sueños, hay un mar azul profundo con unos ojos que me miran intensamente. Los reconozco después de mirarlo por largo rato, mientras la luna se derrama en mi cama… se diluye entre las sábanas.

Me despierto sola. El corazón bombea más rápido, pero el latido se siente a lo lejos. Lo único que sazona, fuertemente, son mis pensamientos que empapan al alma de tantas cosas deseables y reprochables.

El nuevo día, sin querer, se ha convertido en algo agitado, por eso paro un segundo y me pongo a escuchar las respiraciones ajenas. La noche llega y el día se ha terminado nuevamente. Un simple dolor en el pecho y la sangre se pone fría.

Y a la mañana siguiente, vuelvo a despertar sola.

Un sueño de ·llvr· :: 9:45:00 p. m. :: 3 Han soñado:

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