martes, septiembre 26, 2006

¿¿Ah??


Hoy, mientras cruzaba la calle Diagonal Paraguay con Portugal, un Toyota Yaris dorado chocó a un repartidor de correo. El motociclista se cayó, perdió un zapato, y se rompió la calceta. Al parecer le dolía la cadera, porque todo el peso cayó sobre ella.

Mucha gente se acercó a verlo. Le ayudó a recoger la correspondencia, a ver cómo estaba. Quizás por espíritu solidario, quizás de copuchentos.

El auto, insofacto, se dio a la fuga, y yo no alcancé a apuntar la patente. Solo sé que empezaba con la letra S. Buscar al culpable, será una tarea ardua de descartes, que al parecer, terminará por ser infructífera.

¿Por qué lo chocó? ¿Por qué se dio a la fuga? ¿Por qué no memoricé la patente?

A toda mi interrogante, tengo una sola y gran respuesta: no sé.

Así como no sé, por qué cresta escribo esto, que a nadie le interesa (ni siquiera a mí).

Un sueño de ·llvr· :: 11:03:00 p. m. :: 0 Han soñado:

Desquitese acá

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