domingo, enero 21, 2007

Unos cuantos piquetitos

"Unos Cuantos piquetitos" - F. Kahlo (1935)

Fue cosa de números. Aquella tarde nublada decantaba, al igual que la temperatura. Los cuatros, decidieron tomar algo de cerveza y vino para apalear el frío (la excusa siempre se busca). Así como los cuerpos, la conversación entre ellos se acaloró… y más de lo esperado.

Alejandro, mientras se empinaba un vaso de jote, escuchó “qué rica está tu hermana”. El alcohol se le trancó en la garganta y paró de tomar. Miró hacia el lado y Néstor con la sonrisa en la cara, asiente tácitamente que las palabras fueron de él. Mala idea. La sinapsis del curagüilla unió rica con hermana, y se violentó. Como buen feriante, llevaba un cuchillo entre sus cosas, el cual no vaciló en sacarlo y usarlo.

“Cómo que está rica mi hermana conchetumadre”, y penetrante la primera estocada. El calentón trató de excusarse, pero le sirvió de poco. Las puñaladas sucedieron una tras otras con gran rapidez; por un momento se pensó que era carnicero… pero no, sólo era la pasión por serlo. Su gran entusiasmo lo comenzó a absorber su polera, que de a poco se entintaba de rojo. Los otros dos, tras volver a tierra, trataron de defender a su amigo. Mala idea. Uno recibió 10 estocadas y el otro 40, mientras Néstor seguía quejándose de las 93 puñaladas que ya le había puesto.

Pero no terminó allí. “Responde po’ hueón, como que esta rica mi hermana mierda”, y siguió ¡uf! Algunos orificios y cortes volvían a ser retocados con el cuchillo, para que todo estuviera perfecto. Para adentro con fuerza, sacada lenta, repaso del agujero. Serruchazo, limpiar el cuchillo en la polera, y penetración profunda del acero. El Néstor salió medio duro porque los otros dos, con el recuento de 50 puñaladas, ya habían quedado mal.

Afiló el cuchillo con la cabeza de Néstor 60 veces, y lo probó en su cuerpo unas 110. Bonito record Guinness que se adjudicó el hombre, con 149 penetrantes y 21 cortantes. Sangre por litros importantes, y gritos varios. Ni sus amigos se salvaron. La cifra total creció aún más, adjudicándose 220 puñaladas en menos de 45 minutos. Todo un hombre, ¿no?

Alejandro ya encontró profesión dentro de la cárcel. Trabajará en la cocina, cortando esos ricos bistocos que los compañeros van a pedir con alevosía. Lo bueno será revisarlo, para ver si es de animal o de humano… no vaya a ser que se le pase uno por casualidad.

···

Y me acordé de mi pintora favorita: Frida Kahlo. Que tras una publicación en el diario de un asesinato, donde un esposo mató a su mujer por infiel, justificó sus más de 50 puñaladas, diciendo que solo eran “unos cuantos piquetitos”.

[La historia es real, sólo que yo la ficcioné. La razón de los asesinatos y en número de puñalas son ciertas, pero no así los nombres]

Un sueño de ·llvr· :: 10:30:00 p. m. :: 3 Han soñado:

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